Decisiones Difíciles- Cuando decirle no a un Inversionista

¿Qué es lo que más te gusta de tu emprendimiento? Lo que te define. ¿Cambiarias tu visión si te ofrecieran el capital para hacer tu emprendimiento crecer?

Los inversionistas son parte importante de cualquier emprendimiento ya que estos tienen el capital para hacerlos crecer. Pero antes de comprometerse con ellos hay serias decisiones que tomar entre el emprendedor e inversionista. El escenario ideal sería donde ambos tengan los mismos objetivos y expectativas.

Este proceso puede ser complicado si el inversionista no valora la misión y objetivos de un emprendedor social. Estos a diferencia de emprendedores normales no tienen tanta flexibilidad de sacrificar sus valores y objetivos sociales ya que son elementos que los diferencian.

Un amigo Emprendedor Social recientemente recibió una llamada de un inversionista. El cual después de haber estado siguiendo sus logros e impacto en su comunidad le ofreció una inversión suficiente alta para escalar su proyecto a gran magnitud. Permitiéndole a este emprendedor contar con todos los recursos y capital necesarios para crecer su idea.

Sin embargo, este rechazo esta gran oportunidad. Pero ¿Por qué? El emprendedor dijo que después de darle muchas vueltas en la cabeza y consultar con miles de personas decidió que aceptar la oferta de este inversionista significaría perder el enfoque de servir a la comunidad que lo necesita. Creando así un negocio exitoso pero sin impacto social. Este emprendedor tiene muy en claro sus valores y a pesar de tener una tentativa oferta tomo el riesgo de rechazarla. Seguro de que en el futro podrá recibir otras oportunidades que lo ayuden a crecer sin sacrificar sus objetivos.

Esto fue lo menciono:

1. Aceptar plata de un inversionista es como un matrimonio. Es una relación muy seria la cual debe meditarse para ver si ambos son compatibles.  Si no tienes fijas tus metas puedes terminar  haciendo algo completamente diferente de lo que tenías en mente.
2. “No importa el tamaño de tu idea lo que importa es que la idea funcione”.  Tu idea puede ser de 2 billones pero si no puedes penetrar el mercado de nada te sirve. Enfócate en que la idea funcione. Si no vende, quizás la idea no es muy buena o no está siendo implementada correctamente.
3. Debes construir tu mercado y clientela desde abajo. Con una fundación  solida será más fácil escalar sin desviarse por los problemas y distracciones que se encuentren en el camino.
4. El que poco abarca mucho aprieta. Quizás quieras vender tu servicio o producto en muchos lugares y expandir rápidamente. Sin embargo, es mejor tomarse el tiempo de desarrollar una clientela solida y hacerse bien conocidos en un lugar antes de empezar en uno nuevo.
5. Pensar grande es bueno pero también tiene sus riesgos y hay que saber evaluarlos. 

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