Amalia Suaña es una profesora puneña de la Isla de Tupirí en Puno (Perú), y el día de ayer se convirtió en la ganadora del Premio integración RPP 2011, el cual se viene otorgando desde hace 10 años con el fin de reconocer lo más valioso del Perú: SU GENTE, por medio de iniciativas en diferentes áreas de trabajo.
Esta idea surgió frente a la carencia de un centro de estudios, donde los niños del centro poblado puedan instruirse y prepararse; fue por esa razón que decidió acondicionar su vivienda en una acogedora aula de clases. Actualmente, asisten a su casa 60 niños y continuamente están en el proceso de desarrollado de sus habilidades y capacidades.
Esta joven cuenta que tenía un sueño: “enseñar desinteresadamente en su lengua natal, el aymara, a niños de 3 a 5 años de las 32 islas flotantes que viven en el Lago Titicaca, el más alto del mundo”.
«Sumita Corazón» son palabras del aymara que significa bonito corazón, y es la primera institución educativa inicial donde los pequeños entre 3 y 5 años del centro poblado acuden para aprender.
Para Amalia no existieron barreras, frente a la carencia de material educativo, utilizó los recursos naturales de la zona, y cuando los niños no podían acudir al colegio por falta de transporte, construyó su propio catamarán, un tipo de embarcación para transportar a los pequeños.
Cuando niño que aprende una nueva palabra que le enseño, para mí es una alegría muy grande y siempre doy gracias a Dios por haberme dado esa oportunidad de ayudar a los niños. Comenta Amalia Suaña.
Se puede realizar un emprendimiento social sin contar con el suficiente material para la implementación del mismo, lo necesario es tener la visión de una meta y avanzar para el logro de la misma.
El abrir las puertas a un espacio nuevo, genera oportunidades que favorecen a las personas y al desarrollo personal, pero lo más importante se consigue una satisfacción común compartida.
“Los logros más satisfactorios se dan cuando el viento sopla en nuestra contra”.
Amalia continúa trabajando incansablemente para seguir educando a más niños. Con el apoyo de su familia, la maestra también logró construir un comedor para los pequeños, donde se alimentan al finalizar sus labores escolares y anhela construir más aulas para seguir velando por los niños de las islas. (Fuente: RRP Noticias)
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