Muchas veces nos hemos preguntado si realmente somos capaces de empezar un emprendimiento por nuestra propia cuenta y si podremos hacerlo sostenible. En esta ocasión presentaré un artículo extraído de este enlace, y que inicialmente fue adaptado del libro The Wall Street Journal. Guía completa para pequeñas empresas por Colleen DeBaise.
Comenzar un negocio es muy parecido a ser padre. No sólo tienes que prepararte para la puesta en marcha emocional y económicamente, pero hay que estar comprometidos con tús necesidades constantes hasta que es túficientemente maduro como para tararear por tú propia cuenta. Y aún así (como un niño) siempre va a necesitar de algunas capacidades, no importa la edad que tenga.
Aquí cinco preguntas que debe hacer antes de empezar su propio negocio:
1. ¿Soy un apasionado de mi producto o servicio?
Seamos realistas: la fase de puesta en marcha es muy estresante. Te encuentras con duda si tomaste la decisión correcta, especialmente cuando las horas son largas y las ganancias iniciales (si existen) pero son pocas. Como el dueño del negocio, también eres el principal vendedor de tú empresa. Tú entusiasmo por tú producto o servicio, tanto si es a mano túéteres tejidos o de primer nivel de preparación de impuestos-es a menudo la diferencia que se conecta a los clientes, ofertas de tierras y atrae a los inversores.
2. ¿Cuál es mi tolerancia al riesgo?
Si se trata de renunciar a tú trabajo el día o la firma de un contrato de arrendamiento de un espacio nuevo, nada acerca de cómo iniciar un negocio es para los débiles de corazón.
«Estar dispuesto a saltar por el precipicio y encontrar la manera de volar en el camino» dice Ina Garten propietaria de The Barefoot Contessa en East Hampton, Nueva York.
3. ¿Soy bueno en la toma de decisiones?
No hay nadie más va a hacer por tú mismo cuando tú eres dueño de tú propio negocio. Considera cómo podría manejar estas primeras decisiones: ¿Es trabajar desde casa o debo alquilar espacio de oficina? ¿Debo contratar empleados? ¿Debo seguir de gama alta los clientes o vender a las masas? ¿Cómo puedo incorporar? ¿Cómo puedo anunciarme? ¿Cómo puedo pedir dinero prestado a amigos o familiares? Cómo puedo usar mis ahorros de toda? Tenga en cuenta que el proceso de toma de decisiones se vuelve más complicado conforme pasa el tiempo, una vez que haya empleados o clientes dependiendo de usted.
4. ¿Estoy dispuesto a asumir numerosas responsabilidades?
Mientras que un empleado de la empresa se centra en una habilidad especial o papel dentro de la corporación más grande, un dueño del negocio debe contribuir todo lo posible para el negocio. Solo los empresarios, en particular, deben ser versátiles y jugar una serie de funciones, de vendedor en jefe y contable para la cabeza de marketing y cobrador. Si malabares muchas funciones que no le conviene, el espíritu empresarial, probablemente tampoco lo hará. Sin duda aprenderemos mucho sobre el tema de ensuciarse las manos, cuanto más conocimiento se tiene de antemano, mejor es estar preparado a lo que se presente.
5. ¿Seré capaz de evitar el desgaste?
Trabajando siete días a la semana, perdiendo contacto con tus amigos, el abandono de aficiones de edad e intereses y no dedicar tiempo a tus seres queridos puede rápidamente llevar a un agotamiento en medio de la puesta en marcha y en última instancia, al fracaso empresarial. Eso es lo que sucedió a James Zimbardi, un empresario de Orlando, Florida, quien dice que no sabía lo que hacía cuando comenzó su primera empresa en 1997 y trabajó tan duro como sea posible, por el mayor tiempo posible, hasta que tú creatividad, entusiasmo y la energía se minado. Actualmente, ha aprendido a mantener el equilibrio entre el trabajo y su vida.
Tómate un tiempo para reflexionar sobre estas preguntas, haz un examen de conciencia, y luego, si tú piensas que tienes lo que se necesita, siga adelante en este reto de ser emprendedor.