Cada 26 de enero en varios lugares del planeta tierra, se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental con un firme propósito: generar conciencia entre los gobiernos y la ciudadanía para conservar y proteger el medio ambiente a partir de la participación de todos desde distintos escenarios y prácticas.
Las políticas públicas, y de manera específica las que tienen relación con la educación y formación de los colombianos, deben orientarse a hacer efectivo los preceptos constitucionales contenidos tanto en el artículo 8 de la Carta Política: “Es obligación del Estado y de las personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación”, como en el artículo 79: “Es deber del Estado proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de estos fines”.
Para poder poder cumplir una política de calidad ambiental es necesario que se articule un compromiso que involucre gobierno, ciudadanía y sector empresarial, siendo este último un actor clave en el proceso ya que este puede ejecutar acciones que desaten un impacto en los sus clientes o consumidores comenzando con propuestas como proporcionar productos y servicios que mejoren la calidad de vida de sus consumidores y desarrollandoplanes que lleven a que sus operaciones sean cada vez menos contaminantes.
Nota: Este artículo ha sido patrocinado por P&G, todas las opiniones y conclusiones expresadas aquí son propias del autor.