Violetta Farias – Colaboradora de Ashoka
La principal diferencia entre el emprendedor tradicional y el social es que el objetivo del primero es el beneficio económico y el segundo tiene un enfoque social. La empresa social debe promover la mejora social a través de la movilización inteligente de sus recursos, además de reservar parte de su beneficio económico en reinvertir en sí mismas o en su entorno, debe perseguir la competitividad de su producción o prestación de servicios, por lo que es necesario la implementación de políticas de calidad, la creatividad debe ser valorada, así como la honestidad con los empleados y los usuarios, valorando la cooperación.
El éxito de un emprendedor social debe construirse y enfocarse en:
- Desarrollar capacidades de innovación para la mejora de la sociedad.
- Ser motivadores natos, animan al resto de la sociedad a cooperar y creer en esta nueva ola de negocios y proyectos sociales.
- Lograr la gobernanza de Stakeholders.
- Brindar una compensación justa.
- Generar ganancias razonables.
- Manejar el proyecto de manera transparente.
- Proteger los activos.
- Promover la responsabilidad social y medioambiental.
- Desarrollar un plan de marketing social
- Buscar acuerdos de colaboración con proyectos similares para lograr mayor impacto.
- Emplear correctamente las redes sociales para difundir y posicionar el proyecto.
«Algunas personas sueñan con hacer grandes cosas, mientras otras están despiertas y las hacen». Anónimo.