Las microfinanzas en un país de emprendedores

Según el General Entrepreneurship Monitor (GEM), la Tasa de Actividad Emprendedora del Perú es de 40.20%, siendo la más alta del planeta. Mucho de esta cifra se debe al sistema de microfinanzas implantado con éxito en nuestro país y que ha llevado al Perú a ser país líder en microfinanzas en América latina.  ¿A qué se debe esto?.

El éxito de las microfinancieras se debió en buena parte a  sus inicios en el interior del país, que es donde hay un mayor índice de pobreza y falta de acceso a la banca tradicional. Con su consolidación y con los fenómenos sociales como las migraciones y el deseo de pujanza, las microfinancieras conocidas mayormente como las “cajas” entraron al mercado bancario de Lima en años recientes.

Por otro lado, el clima económico ha sido favorable para que estas entidades puedan llegar a la gente, y esto se dio a través de los ratios de adecuación de capital razonables, tasas de interés flexibles sin regulaciones gubernamentales, una legislación que no obstaculiza los microcréditos y que facilita el trámite de préstamos, sin documentos excesivos lo cual es conveniente, puesto que vivimos en un país donde mucha gente carece de títulos de propiedad, o patrimonios de garantía.

Citando otra vez al GEM (General Entrepreunership Monitor) en su reporte del 2009, la inversión realizada por los emprendedores peruanos encuestados en ese año, fue un promedio de 24,000 soles por negocio, lo que generó una inversión total de 6,893,000 soles , proveídos en el 49% de los casos por el propio empresario. Sin embargo, los expertos señalan que para llegar a una mayoría emprendedora es necesario, aún así según estas estadísticas, potenciar las microfinancieras, de modo que ellas puedan desarrollar nuevos productos para afrontar mayores desafíos ante la realidad social en la que vivimos.

A pesar de todo lo mencionado, hoy en día el desarrollo económico se mide en relación al crecimiento y contribución de las empresas grandes y tradicionales y sobre cómo el clima económico favorece su crecimiento. Cada vez es más evidente que en los países emergentes el factor de emprendimiento de la pequeña y mediana empresa y la labor de las microfinancieras ha tomado relevancia . Esto se debe a que estas nuevas y pequeñas empresas innovan y reestructuran la economía e influyen de gran manera en las cadenas productivas, siendo a la vez el número mayor y de expansión de las cajas municipales de ahorro y crédito, cooperativas de ahorro con productos de préstamo para las PYMES y financieras como Mi Banco. Todo ello hace que nuestro país sea más resistente ante las crisis económicas internacionales.

Para concluir, debemos reflexionar que la imagen del Perú ha cambiado significativamente en comparación de hace unos veinte años, al igual que el panorama mundial con la inestable situación de los países emergentes. Un reflejo de ello son las nuevas propuestas financieras que surgen como respuesta a intentos de las poblaciones periféricas para entrar a un sistema económico que antes los excluía. Por ejemplo, está el éxito del modelo de banca social de Muhamad Yunus, con un sistema financiero sostenido por los pobres en Bangladesh o el caso de las microfinancieras, como potenciadoras de la economía en el Perú. Por todo ello, el camino para el emprendimiento en el Perú es bastante amplio . El reto ahora está en nuestras manos.

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